TMB ha visto como su política de ofrecer un servicio basado en la innovación, calidad y puntualidad empieza a dar sus frutos en el seno de la sociedad de la ciudad. Tanto es así que la satisfacción de los usuarios del servicio llega al nivel más alto de los últimos diez años.

Según el estudio que realiza anualmente la misma TMB, la red de autobuses de Barcelona obtiene una puntuación de 7,60 en satisfacción global y de 73,1 en el índice ISC. En ambos sistemas de medida de la opinión de los usuarios se registran los máximos niveles de satisfacción desde el inicio de la serie, en 2007.

La constante apuesta por la innovación en el ámbito tecnológico, así como la renovación de la flota de autobuses han hecho que el usuario valore positivamente los cambios efectuados por la institución. Por parte del transporte ferroviario, el metro ha mejorado su frecuencia así cómo sus conexiones, de forma que el servicio sea muy dinámico. También ha influido en gran medida, la puesta en marcha de la línea L9 que conecta el aeropuerto del Prat con la ciudad condal.